Reproducimos una nota que nos envió el compañero anarquista Baku Nico, quien compara las elecciones que tendrán lugar en Rojava con viejos planteos de su corriente.
Hago circular esta
posición sobre las elecciones en la Federación de Rojava y Norte de Siria,
hecha desde una posición anarquista. El mismo es un extracto del documento
“Anarquismo y Revolución en el Siglo XXI”, que verá la luz en febrero de 2017,
a 100 años de la Revolución Rusa.
Lo principal que
hay qué decir es que, por principio, los anarquistas no somos contrari@s al
derecho de elegir. En lo que hace puntualmente a los cargos políticos, nuestras
organizaciones tienen cargos cuyos miembros son elegidos libre y
democráticamente por las asambleas soberanas, donde sus miembros se reúnen.
Un ejemplo de ello:
las organizaciones anarcosindicalistas de España CGT y CNT, que entre ambas
nuclean unas 130.000 personas, poseen cargos de todo tipo, elegidas por la base
y revocables en todo momento. El debate no es elección si o elección no, sino
qué cargos, es decir, para qué. El debate a dar es uno sobre la función de los
cargos.
En lo que hace a la
construcción de una sociedad de acuerdo a la visión ideológica del anarquismo,
sería interesante traer a colación –y desarrollar más profundamente- la
diferencia entre los conceptos de “Gobierno” y “Estado”.
Esta diferencia se
encuentra muy claramente expresada en Kropotkin, en particular en su libro “El
estado y su rol histórico”, y también en el último Proudhon, cuyas ideas
tomaron cuerpo en la llamada “Comuna de París”.
Dicha
diferenciación es también sostenida y complejizada por los zapatistas, quienes
distinguen claramente entre los conceptos de “Estado”, “Gobierno” y
“Administración”. También utilizan los términos “mal gobierno” (como eufemismo
por “estado”) y “buen gobierno” (en el sentido de “gobierno colectivo o
descentralizado”).
Diciendo esto de
alguna manera ya estamos adelantando nuestra postura, intentando dar a entender
cuál sería una forma anarquista de gobierno, más allá de los consignismos de
“autogobierno” y demás.
Estamos con Öcalan
cuando sostiene en su texto “A la comunidad internacional” que “aquí son las
comunidades las quienes hablan, debaten y toman decisiones”, quedando el
aspecto ejecutivo en manos de un “cuerpo coordinador flojo”, para luego aclarar
que su gestión debería durar “un año”.
Estos organismos
“flojos”, de “autoadministración democrática” o “buen gobierno”, han sido un
elemento universal en todas las revoluciones libertarias, y presentan algunas
diferencias muy notorias con el sistema democrático burgués o el llamado
“socialismo real”.
Vamos a analizar
una por una estas diferencias, estableciendo a su vez una historización de
estos organismos a lo largo de todas las revoluciones libertarias, las que se
dan entre el ciclo revolucionario 1870-1936 y el segundo ciclo que va de 1994 a
la actualidad.
Antes que nada,
desde mi visión teórica, no existe ni existirá jamás una sociedad sin
superestructura política (cuerpos de funcionari@s, etc), lo cual incluye
también a las sociedades sin estado. Todas las sociedades sin estado tenían y
tienen funcionari@s (por ejemplo, los griegos, que tenían funcionarios que
velaban por la ejecución de lo decidido entre Asamblea y Asamblea)
Dicho esto, queda
claro que dichas instituciones no son “temporales” o “circunstanciales” como
proponía el marxismo-leninismo en su teoría de la “dictadura del proletariado”,
sino que son los órganos propios de una sociedad sin estado (comunista/anarquista)
Los órganos de buen
gobierno o de autoadministración democrática no son temporales, por el
contrario son los órganos propios de una sociedad libre, los cuales tienen que
perfeccionarse lo más posible en aras de su mayor rendimiento y provecho
social.
Estos organismos de
autogobierno, buen gobierno o autoadministración democrática, tienen diez
características fundamentales, que las distinguen del estado-nación y que
constituyen su sello distintivo propio:
Su carácter
ejecutivo y no decisional (son organismos que sirven para ejecutar e
implementar decisiones tomadas a nivel de comunas y consejos. Su libertad es
puramente técnica, es decir no son órganos de “representación” sino de
“aplicación” y “colaboración” con las comunas y consejos.
Su separación
estricta de cualquier tipo de fuerza armada (una de las nociones centrales que
describen al estado-nación es el “monopolio del uso de la violencia”. En
el caso de las autoadministraciones u
órganos de buen gobierno, dichos organismos no solo no tienen el monopolio sino
que no cuentan con ningún tipo de control -oficial u oficioso- sobre los
órganos de autodefensa -milicias, policías comunitarias y otros grupos armados.
Son cargos que no
cuentan con goce de sueldo (gestión ad honorem, mantenimiento de las personas
en base a la participación de la economía colectivizada). Se trata de personas
salidas de las comunas (o sea personas que gocen de confianza y sean conocid@s
y accesibles en todo momento) Rrotación de los cargos (para que nadie se sienta
muy especial).
Revocabilidad
inmediata (si alguno comete un error o se excede en sus atribuciones tiene que
poder ser revocado en el acto). Control popular permanente (esto incluye
organismos de control permanentes). Ausencia de figura presidencial fuerte
(para evitar las “grandes figuras” que nos hablan desde el balcón a que nos
tiene acostumbrad@s la historia)
Elección directa de
los mismos por parte de las asambleas y, por último, su formación en el marco
de una cultura e ideología de tipo anti-autoritaria y anti-jerárquica (en este
sentido, nos referimos a la ideología como un elemento “material”, que tiene
como objetivo evitar la contrarrevolución).
la Revolución en
Rojava y Norte de Siria podría agregar dos elementos más, los cuales son dos
grandes aportes para la Humanidad: Los cargos mixtos hombre-mujer (que tienen
como función generar participación femenina y recrudecer el control mutuo). Participación
obligatoria en los procesos autocríticos (lo que el pueblo kurdo denomina
“tecmil”)
Bajo estas doce
disposiciones generales, pensamos que una sociedad libertaria de millones de
personas puede funcionar correctamente, sin la degeneración burocrático-capitalista
que ocurrió en otros procesos.
En este sentido, el
compañero David Graeber (que sin duda ha hecho un gran aporte en difundir la
revolución de Rojava), se equivoca cuando afirma (en relación a las
autoadministraciones democráticas kurdas) “No creo haber oído de ninguna
otra parte del mundo donde haya habido una situación de dualidad de poder en la
que las mismas fuerzas políticas hayan creado ambos lados del mismo”.
Muy por el contrario, todas y cada una de las revoluciones
libertarias crearon un sistema de pirámide inversa donde el poder legislativo,
judicial y la fuerza militar se situaban en las comunas, dividiendo al poder
ejecutivo en dos (por un lado las comunas y su propia capacidad ejecutiva, y en
otro nivel los órganos de buen gobierno, ejecutando aquellos mandatos que
necesitaran gestión, coordinación con otros sectores, información,
investigación, recursos económicos, etc).
Ahí están por ejemplo las Juntas del Buen Gobierno
zapatistas (como ejemplo actual), o, remontándonos a la historia de nuestro
primer ciclo de revoluciones, las revoluciones en España, Manchuria, Ucrania y
México.
Por ejemplo en España, la revolución dividió al país, si se
quiere, en tres zonas. Una gobernada por el fascismo, otra por el gobierno
republicano (el Frente Popular, con 4 ministros anarquistas) y otra
autogobernada por la Federación Regional de Colectividades de España, que
colectivizó más de medio país.
Dicha Federación (estructurada en Municipios, Federaciones
Locales y Comarcales) contaba con un organismo llamado Consejo Regional de
Defensa de Aragón (desarrollado democráticamente por la CNT en el Congreso de
Zaragoza de mayo de 1936, esto es, apenas mes y medio antes de la Revolución)
el cual debía federarse con otros organismos similares a nivel nacional (esto
finalmente no ocurrió por las vicisitudes de la guerra y el devenir político
del proceso).
Este organismo (integrado en un primer momento
exclusivamente por anarquistas, pero que luego, por presión, incluyó a algunos
socialistas) era un órgano de autoadministración democrática, es decir, de
carácter ejecutivo, carente de fuerzas armadas o policía a su disposición,
compuesto por personas conocidas en los Municipios, con gestión completamente
ad honorem, etc.
Este organismo fijó su residencia en el pueblo de Caspe (la
capital de la Federación) y desde allí trabajo codo a codo con la Federación,
que realizaba Congresos comarcales y locales de delegados con la voz y voto de
tod@s l@s miembr@s de la Federación. La Federación contralaba y decidía sus
movimientos (por ejemplo en uno de los Congresos, la Federación, a través de
sus vocer@s, da de baja la Consejería de Economía y Abastos).
El Consejo Regional de Defensa de Aragón contaba con 12
consejerías (Orden Público, Información y Propaganda, Agricultura, Trabajo,
Transporte y Comunicaciones, Economía y Abastos, Justicia, Hacienda, Cultura,
Obras Públicas, Sanidad y Asistencia Social, Industria y Comercia, una
Secretaría General y Presidencia).
Fue un organismo revolucionario al servicio de l@s
trabajador@s, hasta que los socialistas y comunistas empezaron a coparlo de a
poco (la tensión en el Consejo de Aragón puede compararse a la que existe en
Rojava/Norte de Siria entre el PYD confederalista y el Consejo Nacional Kurdo
liberal, al nivel de la autoadministración democrática interna de la
Federación).
Intentos similares en otras partes de España han sido el
Comité Central de Milicias Antifascistas (ciudad de Barcelona) o el Comité
Ejecutivo Popular de Valencia (ambos de menor duración).
Por ejemplo este último declaró el 2 de noviembre que:
“Las
organizaciones políticas y sindicales que integran el Comité Ejecutivo Popular,
declaran, que a la vez que las otras regiones de España, estiman debe
concederse a la región valenciana el derecho a la autodeterminación, fundando
los órganos propios para gobernarse libremente, al igual y en el concierto de
las otras regiones de Iberia.
Sí, la República será federativa, o no será nada. Todo
centralismo es un concepto fascista, y por lo tanto debemos oponer al producto
de esa mentalidad nuestro sentimiento de libertad, que no es
"disgregador", sino que producirá una verdadera unión, fundamentada
en la fraternidad y el respeto mutuo”.
La Revolución Coreana de Manchuria (1929-1932) impulsada por
anarquistas corean@s, también instauró órganos similares. Cito: “El punto “C” del plan de acción tenía que
ver ya con la propuesta de funcionamiento de los órganos de decisión y las
responsabilidades de ejecución que iría a tener la APCM (Asociación del Pueblo
Coreano de Manchuria, la Federación que construyeron los anarquistas).
En la misma se
establecen diferentes instancias y órganos federales no centralistas de decisión
(la Comuna no poseería, por ejemplo, una capital administrativa), así como
también, responsabilidades ejecutivas temporales.
Es importante
prestar especial atención en la estructuración de la Comuna, la cual basaba su
estructura organizativa social en niveles básicos de deliberación y decisión
como son las Conferencias de Aldeas y Empresas Cooperativas autogestionadas,
luego se pasaría a las Conferencias de Distrito (donde participaban
representantes de las Aldeas y Empresas Cooperativas), y la Conferencia General
dela Asociación, donde participarían delegados de las Aldeas y los Distritos.
Transversalmente se
comenzará a utilizar el concepto de autogobierno y no-gobierno en oposición a
los diferentes sistemas de gobierno: Órganos legislativos y ejecutivos: La
sección de autogobierno en cada aldea tiene una asamblea general de su sociedad
como órgano de resolución para aprobar los planes de actividades, la discusión
del presupuesto y el cobro, y para decidir los asuntos comerciales del
organismo así como seleccionar los delegados. [...] Casa área asociada tiene
una conferencia de representantes [...]
Cada distrito tiene
una conferencia de representantes de cada área [...] y la Asociación general
tiene una Conferencia de representantes de área y secciones de distrito como
órgano de resolución para decidir los planes de acción, para discutir
presupuesto y liquidación, para deliberar asuntos relacionados entre los
organismos y para seleccionar responsables.
Los puestos
ejecutivos de la Asociación de cada zona serán elegidos según la situación y
necesidad de cada zona. Los cargos de los departamentos ejecutivos de la
Asociación general estarán formados por un presidente de Asociación, un
vicepresidente, un departamento de agricultura, uno de educación, uno de
asuntos militares, uno de finanzas, uno de propaganda, uno de salud social, uno
de la juventud y otro de asuntos generales.
Cada departamento
cuenta con un presidente y un vicepresidente. Las relaciones públicas se llevan
a cabo por el departamento de asuntos generales. Los representantes o los
responsables ejecutivos no pueden tener ningún privilegio. Todo el poder reside
en las manos de las personas que constituyen la base de las organizaciones.
Los responsables
representativos o el personal ejecutivo recibirán recursos para afrontar los
gastos necesarios para la realización de sus funciones, pero no recibirán
ningún recurso más que el costo de la vida en general de cada habitante
departamento de agricultura, uno de educación, uno de asuntos militares, uno de
finanzas, uno de propaganda, uno de salud social, uno de la juventud y otro de
asuntos generales.
Cada departamento
cuenta con un presidente y un vicepresidente. Las relaciones públicas se llevan
a cabo por el departamento de asuntos generales. Los representantes o los
responsables ejecutivos no pueden tener ningún privilegio. Todo el poder reside
en las manos de las personas que constituyen la base de las organizaciones.
Los responsables
representativos o el personal ejecutivo recibirán recursos para afrontar los
gastos necesarios para la realización de sus funciones, pero no recibirán
ningún recurso más que el costo de la vida en general de cada habitante.
Ha Ki-rak explica
que para hacer énfasis en esto último, se reforzaba uno de los principales conceptos
ideológicos de la Federación anarquista, el comunismo anárquico: [...] cada
conferencia de habitantes decide los presupuestos y aprueba el balance de
acuerdo con el principio de cada hombre según su capacidad y a cada hombre
según su necesidad.
Ha Ki-rak,
retomando las bases del Plan estratégico, menciona la elaboración algunos
conceptos trabajados como recaudo ante la posibilidad de emergencia de nuevas
formas de gobierno, lo que se quería evitar a toda costa: [...] uno podría
dudar de que los puestos ejecutivos sean en los hechos la conformación de un
gobierno, pero en las conferencias se mantendrá el principio del no-gobierno.
Sí podemos decir
que el puesto ejecutivo es meramente una administrativo. Esto no será gobierno
imperialista que oprime políticamente y explota económicamente a otras
naciones; no será gobierno capitalista que explota las personas que trabajan;
no será gobierno comunista que controla a la gente con poder bajo el pretexto
de la llamada dictadura del proletariado.
Esta es una
organización que garantiza por el pueblo y para el pueblo el principio del
no-gobierno, no-autoritarismo y no-explotación. Por eso es no-gubernamental en
ese sentido. Paradójicamente se habla de un gobierno del no-gobierno.
No-gobierno
significa no autoridad y no explotación, significa la gestión social de vidas
humanas por las mismas personas, es decir, el autogobierno independiente”
(“Revolución Anarquista en Manchuria”, Emilio Crisi)
Otro tanto se puede
decir de la Revolución Ucraniana Makhnovista y su “Consejo Militar
Revolucionario”, como cuenta Paul Avrich: “Los delegados eligieron también un
Consejo Regional Militar – Revolucionario de Campesinos, Obreros e Insurgentes
para desarrollar las decisiones de los congresos periódicos.
El nuevo Consejo
estimulaba la elección de soviets libres en las ciudades y los pueblos, es
decir, soviets de los que estaban excluidos los partidos políticos. Aunque la
intención de Makhno al llevar a cabo esta organización era acabar con toda
autoridad política, la realidad es que el Consejo Revolucionario, que actuaba
conjuntamente con el Congreso Regional y con los soviets locales, constituía en
sí un gobierno flexible sobre todo el territorio que rodea a Guliái Polé.
El Consejo Militar
Revolucionario colaboró también en la formación de comunas anarquistas, que
habían hecho su primera aparición en la región de Guliái-Polé con la Revolución
de 1905, y habían reaparecido en 1917.
El Consejo Regional
Militar – Revolucionario de Campesinos, Obreros y Soldados adjudicaba a cada
comuna el ganado y las herramientas agrícolas confiscadas en las fincas vecinas
de la nobleza, y toda la tierra que sus miembros fueran capaces de cultivar sin
tener que realizar trabajos extra” (Paul Avrich, “Los anarquistas rusos”).
Y también: “Se
formó un Consejo revolucionario militar para crear una dirección circunstancial
en la lucha contra Petliura y Denikin, sostener las relaciones económicas y
sociales entre todos y responder a las necesidades de información y vigilancia,
así como a las decisiones adoptadas. Este consejo abarcaba toda la región libre
y debía ejecutar los acuerdos de los congresos, pero no era en modo alguno
autoritario.
Le fue asignada
sólo una función ejecutiva para poner en práctica lo discutido y aprobado, y en
cualquier momento podría ser disuelto por el Congreso” (Volin, “La revolución
desconocida”). Algo parecido ocurrió
en la Comuna de Morelos (1915 – 1919) durante la primer Revolución Zapatista,
donde actuaron los anarquistas del PLM y las IWW norteamericanas, influenciando
fuertemente al Ejército Libertador del Sur:
“Los ideales comunitarios zapatistas fueron formalizados en
un documento del 1916 llamado Ley General sobre las Libertades Municipales. El
control estatal sobre los consejos de aldea fue naturalmente abolido; los
consejos directamente electos por los habitantes; el límite temporal de los
cargos fijado en un año, con posibilidad de reelección sólo después del curso
de otros dos años; el control de la gestión económica fue prerrogativa de cada
habitante” (“Los anarquistas en la Revolución Mexicana”, Pier Zarcone)
También durante la llamada “Revolución de los Consejos de
Baviera” en Alemania, se crearon organismos ejecutivos llamados Comisariatos,
donde participaron anarquistas famosos como Ernst Töller, Gustav Landauer o
Silvio Gesell. Las comunas de Lyon, Marsella y Paris también contaron con
estas autoadministraciones.
En el caso de la Comuna de Paris, el Consejo de la
Comuna fue creado para ejecutar las decisiones tomadas en el Conseil de 20
arrondissement (Consejo de 20 distritos). Este es el sistema que ha elegido la
población en la Federación del Norte de Siria, y que impulsan el PKK y el PYD,
un sistema libertario donde las asambleas populares tienen el poder.
Citamos a un comandante de YPG explicando a un@s compañer@s
italian@s el funcionamiento del citado sistema: "El comandante de YPG que he mencionado anteriormente nos explicaba
esquemática, clara y brevemente la historia y organización de las
civilizaciones hasta ahora:
Sumerios: 5000 años
atrás, una de las primeras ciudades estado que se originó en Mesopotamia: A) Sociedad
jerárquica y en forma de pirámide con los siguientes eslabones: 1º Eslabón más alto: Dios y aristocracia, 2º Eslabón
intermedio: clase administrativa, clases altas, burguesía, ejército, 3ºEslabón
más bajo: Trabajadores, agricultores, esclavos.
B) Moderno estado-nación:
Sociedad jerárquica y “democrática”: 1º Eslabón más alto: Presidente y
ministros. 2º Eslabón intermedio: Clase administrativa y ejército. 3º Eslabón
más bajo: Gente civil. C) Confederalismo democrático:
En forma de
pirámide invertida con dos eslabones. 1º Primer eslabón: Gente civil, 2º Segundo
eslabón: Poder ejecutivo, grupo de representantes que son elegidos sólo para
ejercer las decisiones de la gente tomadas en las asambleas ("Crónicas
desde Rojava parte III").
En este sentido, la
elección de manera directa de estos funcionari@s (que ocuparían un organismo
que al parecer llevaría el nombre de “cámara democrática”) no es más que el
perfeccionamiento de un sistema revolucionario que está en desarrollo desde
hace más de 4 años.
Este sistema ha
generado muchas simpatías entre distintos sectores anticapitalistas del mundo,
a algunos todavía los sorprende. Para nosotr@s l@s anarquistas es un recorrido
por nuestra propia historia, aunque, tenemos que admitirlo, la mayoría de
nosotros nunca imaginó que dicho sistema –pergeñado como producto de las
conclusiones sobre el fracaso de las Revoluciones Española y Rusa- iba a
renacer y perfeccionarse en una cárcel turca o en las montañas kurdas de Iraq.
Muy sorprendid@s
por la capacidad revolucionaria del pueblo kurdo, redoblamos nuestro apoyo a la
Federación, apoyamos la Elección Directa de todos los cargos de la Cámara
Democrática, y apostamos a la internacionalización del Confederalismo
Democrático, un sistema que reúne todas las condiciones para reemplazar al capitalismo..
¡Larga Vida al Confederalismo Democrático! Por una Confederación Mundial de
Federaciones de Pueblos Libres!