El reverdecer de la Revolución Siria y la declaración del “Federalismo” en Rojava atentan contra el dominio imperialista y las dictaduras de Medio Oriente


Imagen: cientos de sirios salieron a las calles aprovechando el "cese del fuego" para manifestarse contra Bahsar, Al Nusra y demás enemigos de los trabajadores y el pueblo.

Por Juan Carlos Beica

Marchas masivas con cientos de personas han tenido lugar en vastas regiones de Siria en el denominado “Viernes de la Dignidad”. Miles de pobladores marcharon ese día bajo el slogan “La Revolución Continúa”.
La bandera de la revolución siria flameó con orgullo, mientras que en algunos pueblos de mayoría kurda cientos ganaron las calles agitando la necesidad de la unidad entre árabes y kurdos para enfrentar a Bashar y las fuerzas islamistas contrarrevolucionarias.
En ese contexto el 12 de marzo se produjo una enorme movilización en la ciudad kurda de Qamishlo -cantón de Cezire- que unió a personas de esa etnia junto a árabes y asirios para conmemorar la “Intifada Kurda” contra el régimen de Al Assad, que se produjo allí en el año 2004.
En Maaret al-Numan, cerca de la ciudad de Idlib, continuaban las protestas contra las autoridades locales -en manos de Jabhat al-Nusra (Al Qaeda en Syria)- reclamando la liberación de efectivos del FSA, Ejército Libre de Siria, que fueron apresados por estas bandas.
Miles en las villas de la región circundante a este poblado manifestaron su solidaridad con la lucha contra el régimen y Jabhat Al-Nusra.
En ese contexto, el anuncio del retiro de las tropas rusas no se condice con la realidad, ya que Putin  continúa apoyando al diezmado ejército sirio en distintos frentes de guerra, donde junto a las milicias de Hezbollah ataca a la oposición.  
La base aérea de Hmeymim en el sudeste de Latakia continúa siendo utilizada por los aviones rusos, como así también el asentamiento naval de Tartus, dos bastiones al servicio de la defensa del régimen asesino de Bashar.  
Más de 5000 soldados rusos, decenas de helicópteros, tanques y todo tipo de armas pesadas manejadas por efectivos de ese país, continúan siendo utilizados en los distintos enfrentamientos, como el que acaba de acontecer en Palmyra.
El anuncio del retiro no fue más que un gesto diplomático en el marco de las "negociaciones” de Ginebra, que se hacen para encontrar una salida al servicio de mantener lo esencial del actual régimen, plan con el que coinciden tanto Obama, como Putin y sus aliados iraníes.
Por esa misma razón, todos ellos junto a ISIS, Turquía, Al Qaeda, Arabia y demás elementos contrarrevolucionarios, han declarado su acérrima oposición a la declaración de los kurdos de Rojava de constituir un gobierno de carácter federal en el norte de Siria.
En ese mismo sentido se pronunció la Coalición de Fuerzas Opositoras Sirias, denominada Etilaf, que es controlada por las fuerzas liberales y la Hermandad Musulmana, cuyos miembros negaron también la posibilidad de que el pueblo kurdo consiguiera un lugar en las negociaciones de Ginebra.
La Hermandad Musulmana, íntimamente ligada al gobierno fascista de Erdogan, coincide con este en calificar al principal partido kurdo de Rojava, el PYD, como “terrorista”, coincidencia que tiene con el gobierno de Bashar, al cual combate.  
La declaración del “Sistema Federal Democrático” de los cantones de Rojava constituyó un duro golpe para todos estos sectores, que pretenden mantener la “unidad” de Siria para entregarles las riquezas naturales de todo el país a los monopolios que representan.
La Coalición Nacional Siria junto a 69 grupos armados -incluyendo la poderosa “Armada del Islam” ligada a Arabia Saudita- y la mayoría de las fuerzas del Ejército Sirio Libre -relacionadas al imperialismo yanqui-  rechazaron de plano cualquier perspectiva de “federalismo” que atente contra la continuidad de la gobernabilidad capitalista.
La declaración del gobierno “federalista” del Kurdistán Sirio ha sido bien recibida por amplios sectores de las masas árabes, asirias y de otras etnias que están en lucha contra Bashar, ISIS, Al Nusra y compañía.
Por eso, hoy más que nunca, las conducciones del pueblo kurdo deben jugarse a unir al conjunto en una gran pelea contra todos los enemigos de la paz y la democracia, como Bashar, Erdogan y sus aliados jihadistas e imperialistas.